El urólogo es el médico que se especializa en el estudio, diagnóstico y tratamiento de patologías en el sistema urinario masculino y femenino: riñones, ureteros y vejiga en ambos sexos y, en el caso específico de los hombres, de la próstata, genitales y trastornos sexuales. Es necesario que se visite al urólogo cuando:

• Se experimentan síntomas urinarios como malestar y ardor al orinar
• Se orina con sangre o piedras.
• Si estos síntomas están acompañados de fiebre y escalofríos, dolor intenso en la espalda o costados.
• Se presentan cualquier trastorno del desempeño sexual o genitales.
• Existan síntomas de disfunción sexual masculina.
• Los hombres mayores de 40 años deben acudir con regularidad como medida de prevención y control de cáncer de próstata, y para reducir los efectos causados por la disminución de testosterona.

¿Sabías que...?

Se estima que cada año mueren más de 5 mil mexicanos por cáncer de próstata, y que anualmente se reportan más de 20 mil casos nuevos. La falta de prevención ocasionó que el 70% de los casos fueran diagnosticados en etapas avanzadas, pero un diagnóstico oportuno puede salvar tu vida.

Sí, las mujeres también van al urólogo. Este es el especialista que se encarga de diagnosticar y tratar cualquier trastorno en las vías urinarias, riñones, ureteros y vejiga. Aunque las infecciones en vías urinarias pueden ser la principal razón por la que las mujeres visitan al urólogo, cualquier situación como incontinencia o pérdida de control urinario y malestar o dificultad para orinar (sobre todo cuando se acompaña de dolor de espalda) debe ser atendida por este especialista.

Es un abordaje quirúrgico de mínima invasión (o mínimamente invasiva) que consiste en un conjunto de técnicas de diagnóstico y tratamiento para resolver cuadros de litiasis (piedras) en los riñones que, por su tamaño, no pueden ser tratadas utilizando los orificios naturales del cuerpo. Una vez que se ha identificado con Rayos X el sistema colector del riñón afectado el procedimiento consiste en hacer una pequeña incisión que permita introducir una cámara, y de esa manera ver y fragmentar los litos para su posterior extracción.

La principal ventaja de la cirugía renal percutánea es que, contrario a la cirugía abierta o convencional, al ser un procedimiento de mínima invasión le ofrece al paciente una recuperación más rápida, menor sangrado y menos dolor.

La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino (situada debajo de la vejiga y en contacto con el recto) en la que se puede desarrollar cáncer. El cáncer de próstata es un tumor maligno que en sus etapas iniciales no presenta síntomas específicos y su diagnóstico requiere de la exploración física o palpación del urólogo (tacto rectal), o bien, de una prueba de antígeno prostático elevado en sangre.

La biopsia transrectal de próstata es un procedimiento que se realiza con un patrón establecido para extraer muestras de tejido prostático y examinarlas en busca de signos de cáncer de próstata. Este método diagnóstico se realiza vía anal luego de una preparación intestinal para disminuir el riesgo de infecciones, con anestesia local o bajo sedación según las características específicas de cada paciente.

¿Sabías que...?

• Más del 65% de todos los cánceres de próstata se diagnostican en hombres de más de 65 años.
• El cáncer de próstata es la causa más frecuente de mortalidad por tumores malignos con un 16% de incidencia en México.
• El cáncer de próstata ocupa el cuarto lugar de todas las enfermedades cancerígenas y es el segundo más común entre hombres.
• Algunos de los síntomas que pueden presentarse son: chorro de orina delgado, deseo constante de orinar constante, necesidad de esforzarse para orinar, orinar con sangre.

Cuando una persona produce litos (piedras) en el sistema colector que pueden ser expulsadas de manera natural con la orina, pero algunas pueden ser muy grandes u ocasionar infección y dolor intenso, estos últimos deben extraerse.

La ureteroscopia es un procedimiento indicado para el tratamiento de un paciente masculino o femenino con una piedra que, por su tamaño, no pasará por sí misma (es decir, no puede expulsarse con la orina) y puede ocasionar infección y dolor intenso. El procedimiento puede realizarse con un dispositivo de fibra óptica flexible o rígido mientras el paciente está bajo anestesia general para identificar la piedra en las cavidades renales y fragmentarla con una fibra laser; los fragmentos resultantes serán extraídos y expulsados por la orina. Por lo general, el paciente puede irse a casa después del procedimiento.

Es un padecimiento que afecta tanto a hombres como a mujeres y se caracteriza por depósitos de piedras o cálculos (litos) en las vías urinaria (riñón, vejiga y ureteros) provocando dolor intenso, obstrucción, infecciones de repetición e incluso hemorragias, también pueden desprenderse y ocasionar un cuadro de obstrucción donde el principal síntoma es el dolor intenso acompañado de malestar urinario.

Los tratamientos son múltiples y van en función del tamaño de la litiasis, su localización, la edad y patología asociada del paciente. Algunas opciones quirúrgicas de mínima invasión son:

• Cirugía endoscópica: fragmentación de la litiasis utilizando energía láser o electrohidraúlica en el interior del organismo, sin necesidad de realizar heridas externas; cistolitotricia, en el interior de la vejiga; ureterorrenoscopia, tratamiento de la litiasis en el interior del uréter y riñón.
• Nefrolitotomía percutánea: fragmentación y tratamiento de la litiasis en el interior del riñón con un abordaje quirúrgico desde la zona lumbar.

¿Sabías que...?

• No tomar suficiente agua favorece la aparición de cálculos renales.
• En algunos casos alimentos como espinacas, acelgas, té verde y cacao están asociados con la formación de cálculos renales.
• La litiasis también se presenta en la infancia.